Una nueva batalla de boys bands está por comenzar así que nuevas generaciones de adolescentes perderán la cabeza por chicos guapos, estilizados y con "talento para cantar" muy pronto.
Los responsables de traernos de vuelta este fenómeno cíclico en la música pop serán Scooter Brown y ni más ni menos que Simon Cowell. El primero tal vez no le suene a muchos pero es el representante de Justin Bieber (entonces si ¿verdad?)
Scooter Braun trabaja actualmente con un proyecto denominado The Wanted, cinco jóvenes que tienen un look como BackStreet Boys pero salidos de un taller mecánico, otros lo llamarían "urbano". Agrupación de origen británico con cinco integrantes llamados Siva, Nathan, Max, Tom y Jay.
Simon Cowell por su parte está haciendo la alquimia para lograr que One Direction sea un éxito internacional además de en su natal Londres. La imagen de los pupilos del más odiado juez de shows musicales es más refinada, como si fueran cinco Jason Mraz.
En ambos casos la fórmula es igual: cinco jóvenes con personalidades específicas formando un concepto. Nada nuevo bajo el sol y sin embargo con un poder probado a lo largo de los años: New Kids on The Block, Backstreet Boys, Nsync. Lo curioso es ver que, a diferencia de etapas anteriores, ahora la nueva invasión de boy bands no será de Estados Unidos, sino del Reino Unido. Ya sé, algunos dirán "¿Y no se te olvida BoyZone y Take That por ejemplo? No, no se me olvidan, pero su impacto comercial, en tiempo y alcance geográfico no fueron tan grandes como los proyectos americanos en su momento.
El asunto está en que después de que el pop fue desplazado por el rock en los últimos años, parece que el descanso terminó y es momento de una nueva guerra entre boys band con sus respectivas tribus defendiéndolas. Así como en los noventas BSB y NSync se pelearon por los primeros lugares de popularidad, ahora se forma una nueva tormenta con ingredientes puestos sobre la mesa por dos personalidades que han demostrado saber lo que hacen: Scooter con The Wanted y Cowell con One Direction. La batalla está por comenzar.
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